Otro año para la esperanza - El Rincon Cubano

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Otro año para la esperanza
Por Oniel Moisés Uriarte

Se acerca el comienzo de un nuevo año y con él una nueva etapa, donde nos plantearemos nuevas metas, nuevos propósitos, continuar proyectos o iniciar otros más ambiciosos. Trescientos sesenta y cinco nuevos días tenemos por delante para demostrarnos que aún, con el paso indetenible del tiempo, tenemos la fuerza física necesaria para asumir retos y romper limitaciones y que tenemos suficiente fuerza moral para intentar ser mejores como seres humanos.

Siempre que comienza un nuevo año, desearíamos que fuera mejor para todos, que en su desarrollo se nos plantearan formas de vida más equitativas y que el hecho de vivir en un espacio común no signifique divisiones materiales, donde valen los que brillan y se apagan los desvalidos. Este año pudiera ser mejor, si realmente estuviera asumido por los humanos, la igualdad de condiciones y de derechos.

Este año que comenzará convulsionado para muchos, bien pudiera aliviarse el dolor en la medida que cada uno interioricemos el papel que nos corresponde ante nuestros semejantes, no se trata de ser caritativos, la caridad es el don de los posesivos, se trata de interiorizar que tenemos los mismos derechos, pero para ello, primero se debe tener acceso al conocimiento de esos derechos y luego, acompañando a la miga de pan que le ofrecemos al desposeído, debe ir la exposición clara y profunda del derecho que le asiste por formar parte de este gran conjunto que formamos todos, “El mundo”.

Pudiera este ser un año mejor si se acabaran las guerras, y esto no sucederá por obra y gracia de ninguna justicia divina, sucederá cuando seamos capaces de enfrentar tanto odio y hayamos crecido ante él, demostrando que no tienen cabida entre nosotros, los que arrebatan el derecho a nacer y vivir en paz, los que imponen sus caprichos en nombre de una civilización y de una falsa democracia, porque la verdadera democracia sería una doctrina política partidaria de la intervención de un pueblo en su gobierno, el gobierno de un pueblo ejerciendo su soberanía, menuda burla, cuando nos quieren hacer creer lo bien intencionado de la presencia imperial en Medio Oriente, para garantizar el proceso de paz y democracia, a punta de pistola.

Pudiera ser éste el mejor de todos los años si se acabaran los inescrupulosos que sólo miran sus arcas, si realmente la riqueza estuviera en manos de los que la merecen, si el hambre fuera solo un reflejo y una sensación después de cumplir la faena diaria, de haber quemado calorías y pudieran ser repuestas con un plato llevado dignamente a la mesa y no la necesidad de revolver basurales para encontrar un bocado de crueldad y descomposición.

Sería un buen año si los niños cumplieran su verdadero rol, siendo la esperanza del mundo y no la desesperada carrera por dejar atrás la cándida inocencia que los convierte en monstruos desbordados de resentimientos.

Sería un buen período de tiempo éste que tenemos por delante, si cada uno de nosotros asumiéramos la responsabilidad que nos acude al ponernos frente al volante de un coche moderno y sofisticado, de esos que nos hacen sentir extraterrestres y muchas veces volar sin retorno al seno de aquellos que nos aman y nos esperan de ese viaje sin regreso que la velocidad, el alcohol y las drogas nos regala.

Sería el comienzo de una nueva era si realmente nos propusiéramos vivir sin guerras, sin odio, sin drogas, sin hambre, sin muertes inútiles, pero con amor y justicia social.

Si no lo hemos intentado antes, es que debe ser muy aburrido… ¿NO?

TEXTO PUBLICADO POR EL AUTOR EN EL Nº 24 DE LA REVISTA LA AVISPA. ABRIL 2005 DE MAR DEL PLATA, ARGENTINA.

¡NADA HA CAMBIADO DESDE ENTONCES!

 
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