En los finales del pasado invierno fui invitado a participar en el documental "Voces de Latinoamérica en España" y para el efecto, acudí al parque de El Retiro en Madrid donde se filmaron los testimonios de los convocados residentes en la capital española. De regreso a Madrid terminado el verano he sido invitado por los directivos de Venezuelan Press en la persona de su presidenta Carleth Morales, realizadores de tan importante material, a la presentación realizada el pasado 20 de octubre en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid. La experiencia vivida en este encuentro donde participaron representantes de Reporteros sin Fronteras, Venezuelan Press, periodistas latinoamericanos y españoles y algunos de los participantes en el documental.
Tan emotvo encuentro me ha generado una reacción positiva, que se traduce en retomar la palabra escrita para expresar sentimientos que mitiguen de alguna forma la necesidad espiritual de acercamiento en la distancia a aquellos que desde la isla sufren las penurias de una situación social irreversible.
Para este fin, junto a un buen amigo, ha surgido la sección literaria "Epistolario para estos tiempos" publicada en nuestra Web www.elrinconcubano.es y los grupos en Facebook relacionados a Radio Online Con Acento Cubano. Hecho algo controvertido en la era digital que vivimos en la que solo nos comunicamos a través de las nuevas tecnologías y hemos abandonado tan saludable forma de expresión como es el intercambio de cartas entre amigos.
Ya vueltos a la carga para empuñar como arma la palabra pongo a disposición de cuantos deseen compartir el espacio "Epistolario para estos tiempos"
________________________________________________________________________________________________________Primera carta al amigo Antonio Garmendía
Madrid, 21 de octubre de 2022
Mi querido amigo:
Desde hace veinticinco años vivo cada día con mayor intensidad, el dolor que origina el destierro impuesto por nuestra patria. Una expatriación obligada por el solo hecho de no comulgar con el derrotero político que desde más de medio siglo rige el destino del pueblo cubano. Pueblo condenado al cautiverio, al desaliento y la falta de derechos fundamentales. Y que hoy enfermo, languidece a consecuencia de la incapacidad, terquedad y prepotencia de una ralea enquistada en el poder, a fuerza de falsedades, promesas incumplidas y fervorosas consignas repetidas hasta el hartazgo.
Pero nunca antes, amigo del alma, había sentido, como en estos últimos tiempos vividos, tanta impotencia al contemplar desde mi exilio, como a Cuba, nuestra amada tierra, cual enfermo terminal, se le van agotando las fuerzas, se desangra en la desesperanza y expulsa, como indeseables fluidos, la fuerza vital de una juventud que abandona el cuerpo maltrecho, mutilado y mustio.
Aun así, como muchos de sus hijos esparcido por los más recónditos rincones del mundo, vivo en la esperanza de su recuperación, y no me resigno a verle morir. Honrado de haber nacido en su seno, subsisto con todos, enlazados por el sentimiento patrio que nos identifica, en esa pasión común, quizás incomprendida por quienes no sienten el orgullo de saberse leales a la tierra que los viera germinar y que en generosa identidad deseamos, puede que solo para el descanso eterno, ver nuestra patria por fin recuperada y liberada de la infecciosa enfermedad inoculada por la ideología del totalitarismo y la dependencia de un estado fallido incapaz de remplazar promesas por resultados positivos en beneficio de la salud social del pueblo que por ella clama.
Con todo afecto queda de ti, siempre con orgullo de nuestra amistad,
Oniel Moisés Uriarte
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