Cuba, que manera de querertePor Oniel Moisés Uriarte
Con la llegada de las fiestas de fin de año, a muchos de los cubanos que habitamos por esta parte de la geografía se nos empieza a meter el gorrión* bien adentro, un gorrión que va haciendo nido en el corazón y nos va ablandando, algo así como si estuviéramos en remojo para estas fechas, entonces el recuerdo viaja hasta nuestras raíces, hasta nuestro entorno en la Isla, ya sea en la ciudad o en el campo. Volamos en el tiempo y la distancia y evocamos los días felices de encuentros familiares y amigos entrañables.
Pasan por nuestra mente, nombres, rostros, ocasiones, fechas, canciones, antiguos amores, aventuras, el oloroso arroz congrí hecho por la vieja y el puerco asado (que con tanto esmero, ron ó aguardiente para entonarse) preparaba el viejo desde bien temprano en la mañana. La ropa que tan celosamente guardábamos para estrenar en esas fechas, el bullicioso juego de dominó y las canciones que se disputaban en la radio los primeros lugares en las listas de éxitos o aquellos musicales de fin de año que tanto y buen ritmo le ponían a la fiesta de noche vieja. Para estas fechas los cubanos sentimos algo así como una imperiosa necesidad de declararle nuestro amor a Cuba, de decirle cuanto la llevamos dentro, cuanto la sentimos y cuanto añoramos sus olores, sabores, colores, ritmo, cadencia, ritos y religiones.
Me tomo el atrevimiento de hablar por el cubano que, como yo, es fiel a estos recuerdos y no denigra de su origen, no levanto mi voz para hacerlo por aquel que mezcla el sentimiento de amor patrio con definiciones políticas, no tengo el derecho, ni está en mis propósitos. No puedo hacerlo por aquel que en su cama de hoy pone sabanas de seda para arropar y dar calor a otro sentimiento patrio, ignorando que su cama, la de allá lejos, la de ayer, la de siempre, aún desnuda de ajuares, es un nido de amor, irremplazable y difícil de igualar.
Amamos a Cuba como se ama y se siente por quién te ha engendrado. No es cariño, no es afecto, no es capricho, es mucho más, es orgullo, sentimiento que cala profundo, es amor, amor sincero que sabemos siempre correspondido.
Y en estas fechas, aún en la distancia, sabiéndonos fieles a este amor, escalando el cerro más elevado de esta bella geografía, con todos ustedes, me empinaría para decirle en un grito que brote desde lo más profundo de nuestros sentimientos:
¡Qué manera de quererte Cuba!
Oniel Moisés Uriarte. Madrid. 15 de Diciembre de 2017.
*Gorrión: Nostalgia cubana.