Lo que si tuve en suerte desde muy temprana edad, fue poder escoger la profesión a la que he dedicado mi vida, la comunicación, profesión que agradezco infinitamente a mi madre por haber descubierto, influido y estimulado.
Por supuesto que no bastó solo con descubrir mi vocación, ella tuvo que ser acompañada por la dedicación, el estudio y un constante espíritu de renovación, factores que sin lugar a dudas han generado el disfrute de una realización personal, con resultados positivos de inserción social.
Afrontar con valentía las decisiones que he tomado, también ha definido en gran medida el logro o el fracaso en los objetivos que me he trazado. Pero si algo realmente ha determinado definitivamente en mí, es la pasión que hasta hoy he puesto en cada una de las cosas que he emprendido.
Pasión en toda la extensión de su significado: ardor, entusiasmo, efusión, calor, ímpetu, exaltación. Pasión que es amor, razón por la que he intentado siempre Impregnar de tan profundo sentimiento todo lo que he creado, creo y sea capaz de crear, es la única herencia recibida en mi vida. Doy fe que nunca he podido alcanzar la realización personal si antes no se ha despertado en mí, ese sentimiento que es el amor.
Influye también el hecho de no haberme puesto limitaciones ante aquello que he sentido como una necesidad, para ello mi planteamiento siempre ha sido, “si puedo, lo intentaré y lo haré”. Mi razón y fundamento, no anteponer el miedo al fracaso sin antes haber probado la capacidad para enfrentar los retos.
A esta altura de mi vida en la que me he enfrascado en este nuevo proyecto de trabajo de hacer radio por Internet, concluyo que en sí mismo es un propósito al que se puede calificar de atrevido, como también puede considerarse como un proyecto audaz.
Atrevido, porque en momentos como los que se vive en España, dedicar un considerable espacio de tiempo a la realización de una labor no reenumerada, es algo extraordinario.
Audaz, porque en su realización hallo la alternativa de comunicación que no me brinda ningún medio, porque en su contenido puedo expresar el orgullo de mi identidad y porque en él se encuentran reflejados los valores culturales más auténticos que argumentan por qué Cuba es reconocida en el mundo entero como una nación culta. Pero lo más importante de todo, es la inmensa e incomparable satisfacción que me brinda cuando ya terminado el programa puedo escuchar “Con acento cubano” y saber que está llegando a muchas personas que lo reciben con agrado.
Una vez que el proyecto madura y se han ido sucediendo las emisiones he descubierto lo importante de hacer radio por Internet como una alternativa de comunicación tan necesaria en estos tiempos, a la vez que se ha ido convirtiendo en herramienta que elimina fronteras geográficas y acerca sentimientos. “Con acento cubano” no es más que un proyecto para ser compartido con todo aquel que en él encuentre que algo puede aportarle, fundamentalmente el disfrute de un espacio ameno, ágil y comunicativo, pero a la vez, fuente de conocimiento en su contenido. Es un proyecto hecho para multiplicar y dispuesto estoy a ello, poniendo mi experiencia a disposición de cuantos quieran aprender el oficio.